facilitador comments(0) April 25, 2025

Educando con sugestiones: extrayendo las reservas escondidas de nuestra mente

“Es un milagro que la curiosidad sobreviva a la educación reglada.” — Albert Einstein Las reservas de la mente de los seres humanos son inmensas, mucho más de lo que la ciencia ha podido comprobar o incluso imaginar.
Para la mayoría de nosotros, padres de los niños del siglo XXI, existe hoy la necesidad de que nuestros hijos sean educados de una manera distinta a como lo fuimos nosotros, mejor que a nosotros, y de una manera acelerada, sin que esto implique estrés físico ni emocional para nuestros niños y jóvenes, con una sobrecarga a su sistema nervioso, y con efectos secundarios perjudiciales.
La mayoría de las reformas propuestas por los ministerios de educación o escuelas de las universidades son transformaciones en el contenido a estudiar y no una evolución en la metodología de enseñanza de los docentes. Lo que producen estos cambios es un mayor cansancio, aburrimiento y muy posiblemente hasta el colapso nervioso de algunos de los estudiantes.


Más de cuarenta años han pasado desde que el Dr. Giorgi Lozanov, un médico búlgaro, concibió lo que se conoce como “Sugestopedia” y estableció en su país el Instituto de Investigación y Desarrollo de la Sugestología, primera institución en el mundo creada para desarrollar el potencial del aprendizaje del ser humano. Esta metodología, permite elevar el potencial de aprendizaje haciéndolo de 3 a 5 veces más rápido, y mejorando su calidad, y eso sólo al principio.
El Doctor Lozanov y su equipo de investigadores se han interesado en las reservas de la personalidad y en las capacidades de almacenamiento de la mente, descubriendo y enfocando algunos principios básicos del funcionamiento humano y del aprendizaje. El Dr. Lozanov nos muestra que estamos influenciados continuamente por una red de sugestiones que marcan nuestras vidas, en particular nuestra capacidad de aprender.
La sugestopedia no es una nueva técnica, aunque algunos simplistas la han presentado así; es un nuevo tipo de comunicación, de otro nivel, que implica una nueva filosofía del aprendizaje y de la educación. La Sugestopedia es una metodología que utiliza los estímulos sugestivos dirigiéndolos hacia los objetivos educativos. Dichos estímulos buscan por un lado liberar al estudiante del miedo, la autoocensura, y las valoraciones pobres, y por otra parte incentivarle para utilizar sus capacidades de reserva.
La Sugestopedia organiza la Experiencia de Aprendizaje de tal manera de que además del aprendizaje consciente, se aproveche la percepción periférica. Libera las reservas de la mente por medio de la de-programación y la de-sugestión, y mantiene en uso la “Razón Áurea” y el amor del docente por el ser humano. La Razón Áurea o número áureo, también denominado “número de oro”, “número dorado”, “sección áurea”, “razón dorada”, “media áurea”, “divina proporción”, representado por la letra griega Φ (fi) (en honor al escultor griego Fidias), es el número irracional: Se trata de un número que posee muchas propiedades interesantes y que fue descubierto en la antigüedad, no como “unidad” sino como relación o proporción entre partes de un cuerpo o entre cuerpos, que encontramos en la naturaleza en la morfología de diversos elementos tales como caracolas, nervaduras de las hojas de algunos árboles, el grosor de las ramas, proporciones humanas, etc. (http://es.wikipedia.org)
El Facilitador que utiliza la Sugestopedia hace uso de esta proporción en toda la estructura de su diseño instruccional, en el espacio de aprendizaje, e incluso en su actitud. Además, emplea otros medios como los juegos de aprendizaje, las canciones, la música, el arte clásico, la estética, la risa, envueltos todos en este marco de proporción y amor.
Lozanov desarrolló la Sugestopedia como una metodología de educación novedosa, basado en sus estudios sobre la Sugestología, una ciencia que estudia las sugestiones. Una sugestión, es una forma de comunicación en respuesta a un estímulo. Un estímulo que hace que la mente acepte una idea sin prueba ni demostración. La mayor parte de lo que hacemos es el resultado de una sugestión.
El Dr. Walter Dill Scott de Norwest University afirma que “todas las ideas, conceptos y conclusiones, son considerados ciertos a no ser que se oponga una idea antagónica”. Esto quiere decir que si sembramos cualquier idea en otra persona, no será necesario convencerla de la verdad de dicha idea si podemos evitar que en su mente surjan otras ideas discrepantes. Las ideas que entran a nuestra mente tienden a transformarse en acción. “La única razón por la cual no transformamos la idea en acción, es porque otra idea surge y anula esa acción”, dice Dale Carnegie en su libro Cómo ganar amigos e influir en las personas y afirma también que todos “somos criaturas sugestionables”.


Nuestro cerebro recibe información a través de nuestros sentidos, y éste se corresponde neurofisiológicamente con nuestro cuerpo y nuestra mente, generando respuestas en sí mismo y hacia nuestro cuerpo de manera consciente o inconsciente, reaccionando en respuesta a la información que recibe. Por ejemplo, recordamos a una persona muy querida por la presencia de un perfume, por la imagen de una flor, por el sabor de un platillo, o por una canción que suena en la radio. Y ese recuerdo puede sernos agradable o de gran pesar.


En todo momento estamos recibiendo sugestiones, de las más diversas, desiguales, heterogéneas, mezcladas. Los padres, sobre todo en la edad temprana de existencia de sus hijos, cuando se imprime la señal de la educación del hogar, pueden ofrecerles oportunidades de recibir sugestiones positivas que favorezcan su desarrollo, su seguridad, y los hagan ser valientes y justos. O también pueden infringirles daño con sugestiones posibles de ser negativas para su futura existencia, acarreándoles miedos, creándoles dolencias imaginarias, y disminuyendo en ellos las posibilidades para aprender tan rápido como les es posible al nacer. El medio sociocultural y religioso que nos rodea y donde nos educamos durante nuestra infancia, los libros que leemos, las conductas de las personas con las cuales tenemos contacto diario, las aulas de educación, los mensajes publicitarios, la información que recibimos, influencian nuestras opiniones sobre otros, sobre temas y sobre nosotros mismos. Pero también existe otra forma de sugestión, aquella que nos practicamos a nosotros mismos: La auto-sugestión, la cual puede ser voluntaria o involuntaria, positiva o negativa.


El Dr. Lozanov ha construido una nueva corriente científica denominada “Desugestología” y con ella ha desarrollado la Pedagogía Desugestiva, la cual se basa en desmantelar viejas sugestiones malsanas, que condicionan al aprendiz tanto en su conducta habitual como en su educación. En el contexto educativo, una “desugestión” es un conjunto de estímulos frecuentes al Socio de Aprendizaje que incrementan su capacidad para aprender.


A principios de los años 60 el Dr. Lozanov comenzó a enfocar sus investigaciones hacia objetivos educacionales, organizando los estímulos sugestivos periféricos de forma sistematizada, con el fin de destapar las capacidades de reserva y orientarlas a potenciar el aprendizaje. La Sugestopedia, basada en los estudios de la Sugestología, tiene el propósito de realzar lo que podemos aprender, disminuyendo nuestros filtros afectivos.
El pedagogo que utiliza este extraordinario método práctico de educación, utiliza un amor humanístico, que busca desarrollar en el estudiante una libertad interna de su personalidad, una especie de desprogramación, de desugestión de las normas sociales que nos han sido impuestas y que señalan las limitadas habilidades que poseemos. Además, desarrolla el proceso educativo de manera que el aprendizaje no vaya dirigido únicamente a la atención reflexiva del alumno, de su consciente, sino también a la atención no deliberada, la inconsciente. Utiliza las percepciones periféricas del estudiante, en este sentido, el ambiente amigable y lúdico, la música, las canciones, el arte, la luz, su propia actitud, la variación constante de los tonos de la voz, el uso del humor, la sorpresa continua, y los juegos, se suman para hacer inolvidable lo aprendido y completo el proceso.
El aprendizaje con esta metodología nos resulta atractivo, interesante, encantador, y para nada alienante; aprender, es una diversión. Hay armonía en todo el proceso, en la Sociedad de Aprendizaje que se establece. Pasa el tiempo sin que el Socio de Aprendizaje o el Facilitador lo noten, porque todos están aprendiendo y lo disfrutan. Se descubren potencialidades y habilidades, actitudes y valores que en la enseñanza tradicional no aparecen, y se comparte el conocimiento pues este no está vedado por normas anacrónicas como libros cerrados, aprendizaje en solitario, o evaluaciones punitivas. El estudiante aprende grandes cantidades de contenido en poco tiempo, sin agotamiento, sin tedio, sin rigidez, sin desconfianza, sin miedo; su motivación por aprender es estimulada y se le eliminan barreras y obstáculos para que logre sus metas, con tesón y esfuerzo, pero sin comprometer su salud mental y física, y por sobre todo emocional. Así de extraordinaria es la Sugestopedia.

facilitador

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